Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I
Historiografía dominicana 94 De manera paralela, aseveró un contraste de niveles cualitativos entre Dominicana y Haití, que relaciona con la herencia española en la primera y la impronta de África, arquetipo del atraso, en la segunda. 79 Como era típico en la generalidad de aquellos liberales, sostuvo una actitud ambigua hacia la antigua metropólis, vista al mismo tiempo como fuente de cultura y atraso. Mantuvo una actitud hostil hacia la España de su época, que ponderaba una sociedad atrasada, en la que el orden monárquico constituía el colofón sim- bólico. España era la antítesis del estado de civilización logrado por Francia e Inglaterra, paradigma que resultaba de la aceptación del eurocentrismo. En fin de cuentas, lo que proponía era asimilar la experiencia de los países capitalistas centrales. Tardíamente captó que su idealización de la realidad europea carecía de sustento, pero no pudo extraer propuestas alternativas, alérgico como fue al socialismo y desconfiado acerca de las potencialidades de los trabajadores. Juan Vicente Flores: Por un vuelco democrático Pocos años después de la salida del último tomo de Luperón, y ya muerto Heureaux, apareció en Curazao una denuncia terrible contra el autócrata. 80 Era el primer tomo de una biografía del personaje, pues llegaba hasta la adminis- tración de Meriño, es decir, no abarcaba su actuación gubernamental. El autor, Juan Vicente Flores, había ejercido el periodismo en Puerto Plata como parte de una generación juvenil de intelectuales que, desde la prensa independiente y los clubes patrióticos, cuestionaron las ejecutorias de los gobiernos del Partido Azul. Al igual que Eugenio Deschamps, José Ramón López y Agustín Morales, entre otros, consideró que los azules en el poder habían recaído en los vicios seculares de la política vernácula, sustentados en el caudillismo y la corrupción. Esta postura crítica dio lugar a que, sin mencionarlos expresamente, Luperón calificara a Deschamps y demás compañeros como socialistas, en señal des- pectiva. 81 Todos esos liberales críticos tomaron parte en los movimientos de oposición al ascenso de Heureaux, mientras todavía Luperón no rompía con él. Ya en el exilio, tras consumarse la ruptura entre Luperón y su antiguo pupilo, Deschamps y sus amigos, como Flores, aceptaron la jefatura del primero y se alistaron en los intentos expedicionarios. Mientras atravesaba por estos avatares, Flores sacó tiempo para con- tinuar una producción ensayística, que incluyó reflexiones sobre ángulos de la historia nacional, dirigidas a abordar la realidad en clave cultural de largo plazo, además de la valoración de la influencia de España y Estados Unidos. 82
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