Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I

Historia general del pueblo dominicano 551 Las contradicciones entre el Almirante y el fraile marcaron un antes y un después en el proceso de conquista y colonización. En las BulasAlejandrinas se advierte con claridad, por una parte, el interés manifiesto que tenía la Santa Sede en la evangelización de los habitantes de las nuevas tierras conquistadas. Por su lado, los Reyes Católicos necesitaban obtener privilegios que les permitieran maniobrar con libertad en el Nuevo Mundo. Es muy probable que los esfuerzos de los reyes de Castilla y León frente a la curia romana se debieran a lo que era una norma generalizada entre las sociedades de conquista. O sea, involucrar al Papa, como príncipe cristiano, en los procesos expansionista llevados a cabo por las naciones poderosas, con la excusa de evangelizar a los infieles de los territorios conquistados. 11 Por ello, los monarcas castellano-leoneses solicitaron una bula similar a la que habían conseguido los portugueses cuando conquistaron Ceuta en 1415. Para entonces habían recibido del papa Martín V la bula Rex Regum, otorgada el 4 de abril de 1418. Igualmente se había dado otra similar para la conquista de las islas Canarias, la cual era una réplica de la anterior . 12 Aparentemente, los Reyes Católicos necesitaban una justificación para actuar con libertad en el contexto del nuevo panorama mundial, con las garantías suficientes para explotar en exclusividad las nuevas tierras conquistadas. Tal y como se habían hecho, los acuerdos suponían un negocio altamente ventajoso para el almirante Cristóbal Colón como socio principal de la empresa colonizadora. A su vez, el Papa, como representante del poder espiritual en la tierra, delegó a título de exclusividad a los soberanos el derecho a evangelizar los nativos de las tierras descubiertas. Además de hacerles donación de los nuevos territorios, el pontífice les concedía el monopolio del comercio en aquellas partes. De ahí que, si por un lado la Corona tenía la obligación de evangelizar a los infieles, por el otro recibía plenos poderes para el dominio de aquellas tierras. No conformes con los privilegios que les fueron otorgados, los monarcas castellanos solicitaron al papa Alejandro VI el control sobre los «diezmos de todos los vecinos, moradores y habitadores» de las nuevas tierras conquistadas. Los mismos les fueron otorgados el 16 de noviembre de 1501, mediante la bula Eximiae Devotionis . 13 En vista de que el cobro de los diezmos iba a estar relacionado directamente con la erección de iglesias en los nuevos territorios, los Reyes Católicos solicitaron al papa Julio II la creación de una provincia eclesiástica en la Española. Esta quedó erigida mediante la bula Illius Fulciti Praesidio , el 15 de noviembre de 1504. 14 Los prelados que conformaban la provincia estaban representados por un arzobispado (Hyaguata) y dos obispados sufragáneos (Maguá y Baynoa). Fueron creados para los electos

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