Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I

Historia general del pueblo dominicano 421 Indiferente General 425, libro 23, fols. 215v.-216. En Fernando Ortiz, «Los primeros técnicos», p. 16. 63 Genaro Rodríguez Morel, «Esclavitud y vida rural», p. 96. 64 Dado el gasto que suponía contratar a estos técnicos, fueron muy pocos los ingenios que los pudieron adquirir. Sobre esto podemos ver la respuesta que dio Rodrigo Álvarez de Lorca, maestro de azúcar del trapiche de Pedro de Meléndez, a la quinta pregunta del interrogatorio hecho por el Cabildo de Santo Domingo en 1574 en el pleito entre este y el Cabildo catedralicio de esa ciudad. AGI, Justicia 983, pieza No. 3. 65 Entre los técnicos canarios que había en la isla en la segunda mitad del siglo xvi pode- mos señalar a Juan Sánchez Trucha, vecino de la villa de Azua, Francisco Gómez y Juan Sánchez Morcillo, vecino de Tenerife; Pedro Domínguez, maestro de azúcar del ingenio de Juan de Soderín; Rodrigo Álvarez de Lorca, maestro de azúcar y Juan Luis, también maestro de azúcar del ingenio de Luis Colón. 66 Sobre el azúcar en Canarias podemos ver a Manuel Lobo Cabrera, «Esclavitud y azúcar en Canarias», Escravos Com e sem Açúcar, Madeira, 1996, pp. 103-117. Igualmente en Guillermo Camacho Pérez Galdós, «El cultivo de la caña de azúcar y la industria azuca- rera en Gran Canaria (1510-1535», Anuario de Estudios Atlánticos , No. 7 (1961), pp. 11-71. 67 Entre los utensilios más utilizados en los ingenios estaban las calderas, pailas, tachos, formas, sinos, cedazos, coladores, espumaderas, etcétera. 68 Por lo general, una carreta podía cargar entre 60 y 70 arrobas de leña. 69 Un novedoso trabajo sobre el tema de la deforestación y el cambio mediambiental lo podemos ver en Reinaldo Funes Monzote, De los bosques a los cañaverales. Una historia ambiental de Cuba, 1492-1926, La Habana, 2008. 70 Genaro Rodríguez Morel, «Esclavitud y vida rural», p. 6. 71 Justo L. del Río Moreno. Los inicios de la agricultura , p. 337. 72 Las cañas que estaban en el ingenio del Almirante tardaban entre catorce y quince meses para estar maduras. Había señores de ingenios, sobre todo los más ricos, que se podían permitir el lujo de esperar más tiempo para que las cañas concentraran mayor cantidad de sacarosa. 73 Según los maestros de azúcar y cañavereros, las cañas que eran molidas en tiempo de seca daban más azúcar. 74 Opinión de Pedro de Balboa, maestro de azúcar de uno de los ingenios del contador Diego Caballero. También trabajó como técnico en el ingenio del Almirante en 1535. AGI, Justicia 14, No. 2, pieza 2. 75 Gonzalo Fernández de Oviedo, Historia general , libro IV, cap. VIII, p. 107. 76 Bartolomé de Las Casas, Historia de las Indias , p. 274. 77 Declaración de Juan de Palencia, mayordomo del ingenio del Almirante. Ibídem. 78 Relación que aparece en el libro de cuenta del Juan de Valle, mayordomo del ingenio del Almirante, de las cañas que fueron molidas en 1535 propiedad de Valián de Forne. AGI, Justicia 14. No. 1. 79 Ibídem. 80 Declaración de Francisco Gómez en la probanza hecha por el Cabildo de Santo Domingo. AGI, Justicia 983. No. 2. 81 Carta del canónigo Alonso de Monsalve al Consejo, Santo Domingo, 1574. AGI, Justicia 983, No. 2.

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